domingo, 20 de noviembre de 2011

viernes, 17 de diciembre de 2010

¿Y por qué no?

La mayoría de las relaciones sociales que funcionan bien y hacen que la sociedad tienda hacia el bien, se basan en la igualdad entre los individuos.
Las relaciones familiares entre hermanos, las relaciones de pareja, las amistades; todas ellas y otras muchas, son grupos de personas que se tratan como iguales, nadie manda en nadie, todos deciden sobre la relación.
En cuanto alguno de sus componentes se pone por encima del otro, en cualquiera de estas conexiones fundamentales en nuestra sociedad, la cosa deja de perder interés y empiezan los problemas.
Un hermano que piensa que merece más que los demás, que no respeta al resto; pasa a separarse del núcleo familiar para volver a contactar con él, sólo cuando cree poder sacar provecho.
Un un señor o señora que mandonea a su pareja, que toma decisiones por los dos, que habla más alto que el otro sin escuchar al de enfrente; deja de ser una media naranja para pasar a convertirse en alguien a quien aguantar por una u otra necesidad, o con quien directamente se parten peras.
Un amigo deja se serlo en el mismo momento en el que convierte la relación en un "a ver que puedo sacar yo de este". ¿No deja, una amistad, de serlo cuando una de las partes la mantiene sólo por el interés propio?
Todas esas relaciones y muchas más que tenemos y conservamos cada día, siguen un riguroso "ordenamiento" anarquista, unas "normas" anarquistas y un funcionamiento en toda regla anarquista...
Le pese a quien le pese, las relaciones base de nuestra sociedad no son democráticas, no andamos con una urna debajo del brazo para tomar decisiones, ni elegimos a nadie para que tome esas decisiones por nosotros sin poder tan sólo opinar. Por supuesto, como no podría ser de otro modo, tampoco son dictatoriales y mucho menos monárquicas... ¡No!, no lo son, son mucho más anarquistas que cualquier otra cosa, aunque os duela.

Y entonces, digo yo ¿qué hace que nos de miedo aplicar las mismas "reglas" a todo lo demás? Si funciona para la base de todo, si funciona para lo que más nos importa, por qué sólo suena anarquía en nuestras bocas cuando hay violencia, caos y desorganización.

En base a todo esto... ¿Y por qué no lo intentamos?

jueves, 8 de enero de 2009

Max Stirner (1806-1856)

Nacido en Baviera como Johann Kaspar Schmidt, toma el seudónimo de Stirner para firmar sus textos debido a que no quería perder su "respetable" puesto como profesor en una pensión de señoritas de Berlín.

Su pensamiento recibe una determinante influencia de Hegel; y es representante del anarquismo individualista. El Yo es la base de su pensamiento, considerando que está en principio sometido a las realidades, ideas y categorías generales de las que debe librarse mediante un ejercicio de reapropiación de si mismo. Su pensamiento está relacionado con el solipsismo moral.

En cuanto a la educación, considera que no debe ésta consistir en la aprehensión memorística de la verborrea de los viejos, sino que debe ser personal y dirigida al florecimiento de la personalidad propia de cada uno.

Stirner propone refundar la sociedad mediante el asociacionismo libre, voluntario y rescindible en cualquier momento de los individuos; de tal manera que se preserve la soberanía y unicidad del Yo individual.

Algunos de los discípulos de Max Stirner, entre los que destaca Émile Armand, fueron los que proclamaron la liberación sexual y la validez de la "reapropiación individual".

E. Armand hizo célebre la frase "El matrimonio es una prostitución a largo plazo, la prostitución, un matrimonio a corto plazo"

Stirner muere en la indigencia y el olvido, del que le sacará en 1898 John Henry Mackay con la publicación de un estudio exhaustivo de sus trabajos filosóficos (Max Stirner, su vida y su obra)


"Religión, moral, Dios, consciencia, Partido, deberes y todas esas tonterías con las que nos han llenado el cerebro y el corazón" ·Max Stirner·

Más información:
Max Stirner en Wikipedia
Max Stirner en la Stanford Encyclopedia of Philosophy
Max Stirner
Max Stirner en NationMaster.com

sábado, 29 de noviembre de 2008

William Godwin (1756-1836)

Considerado el precursor de la filosofía anarquista moderna, considera que el Gobierno es la causa principal de la corrupción de la sociedad. El individuo es, según Godwin, modelado por el entorno, la educación y todo el resto de fuerzas de persuasión racional. Mediante el desarrollo y ejercicio de la razón pueden cambiarse esos factores y llegar a la creación de una sociedad justa.
No existiría en el ser humano una predisposición al mal, esa tendencia es creada por el gobierno de unos individuos sobre otros, la religión, los prejuicios sociales heredados y la tradición educacional.
Ninguna sensación, sentimiento, tradición, costumbre o prejuicio debe ser aceptado sin haber sido pasado previamente por la criba de la razón.
No creía en la igualdad total de las personas pero sólo reconocía como válida la discriminación individual basada en los méritos y habilidades propios.
Adoptó una posición de crítica a la utilización de la violencia para la consecución de las reformas sociales.

"La Sociedad nace de nuestras necesidades, el Estado de nuestras maldades. La Sociedad es un bien, el Estado, como mucho, un mal necesario"
·William Godwin·


Curiosidades:
Fue el padre de Mary Shelley, autora en 1818 de la célebre novela "Frankenstein o el Moderno Prometeo".


Más Información:
W. Godwin en Wikipedia
W. Godwin en la Stanford Encyclopedia of Philosophy

lunes, 24 de noviembre de 2008

Empecemos...

Ser gobernado es ser detenido, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, reglamentado, colocado, adoctrinado, predicado, controlado, estimado, apreciado, censurado, mandado. Es ser, en cada operación, en cada transacción, en cada movimiento, vigilado, grabado, censado, tarifado, timbrado, mirado de arriba abajo, cotizado, acotado, patentado, licenciado, autorizado, apostillado, amonestado, impedido, reformado, redireccionado, corregido. Es, bajo el pretexto de utilidad pública y en nombre del interés general, estar para contribuir, ejercer, tributar y ser presionado, monopolizado, atropellado, mistificado, robado.

Pierre Joseph Proudhon